El próximo martes 5 de agosto, el Cine Teatro del Club Sportman en Choele Choel será escenario de un momento clave para cientos de familias que llevan años esperando acceder a un terreno propio. Allí se realizará, en vivo y con transmisión de Canal 10, el sorteo de los lotes del programa provincial “Suelo Urbano” , una iniciativa que busca dar respuesta a la creciente demanda habitacional en la ciudad y en toda la región del Valle Medio.
La jornada marcará el cierre de un proceso complejo que incluyó la revisión de más de 120 observaciones entre los inscriptos. Según explicó el arquitecto Claudio Ortíz , delegado regional del Instituto Provincial de la Vivienda (IPPV) , muchas de estas observaciones respondían a trámites menores, como la falta de documentación para acreditar la residencia. “Estamos culminando este viernes con el listado de observados. Muchos están trayendo DNI viejos u otros documentos para justificar su domicilio. Una vez cerrado este proceso, se determinará el listado definitivo y el sorteo se hará el 5 de agosto”, detalló Ortíz.
El programa “Suelo Urbano” en Choele Choel tiene una particularidad: es el primer modelo tripartito en la provincia, con la participación conjunta del IPPV, la Empresa “La Plata Ruca Malén” y el Municipio de Choele Choel. Los adjudicatarios que resulten ganadores no solo recibirán un terreno con servicios básicos, sino que asumirán una obligación: construir una vivienda en un plazo determinado , aún por definir. Solo una vez cumplido este requisito, podrán escriturar el lote.
Aunque la propaganda del IPPV menciona más de 500 inscriptos, la realidad supera esas cifras: cerca de 600 personas se anotaron en el proceso. A esto se suman otros 120 lotes que ya tienen adjudicatarios definidos, resultado de resoluciones vinculadas a ocupaciones irregulares ocurridas en años anteriores, alrededor de 2020. “Esos lotes también se entregan dentro del mismo plan, buscando ordenar el acceso a la tierra”, aclaró Ortíz.
Sin embargo, la demanda habitacional en la región sigue siendo abrumadora. “Hay más de mil familias esperando una solución. Y no nos olvidemos: un terreno no es una vivienda. Construir una casa hoy cuesta alrededor de 60 millones de pesos , un esfuerzo económico enorme para cualquier trabajador”, señaló el arquitecto. Por eso, el acceso al terreno es solo el primer paso.
El programa establece requisitos de ingresos: los postulantes deben percibir entre 1 y 10 sueldos mínimos vitales y móviles (entre 308 mil y 3,1 millones de pesos aproximadamente). Hubo casos de empleados petroleros o profesionales que superaron este límite y quedaron fuera del proceso. “El objetivo es priorizar a quienes más lo necesitan”, enfatizó Ortíz.
Aún no se conocen los valores de las cuotas ni el monto final de los terrenos, que se definirán tras el sorteo y la publicación del listado definitivo. Sin embargo, desde el IPPV se anticipa que se podríam implementar líneas de crédito blando para facilitar la construcción por etapas. Además, se podría promover la autoconstrucción , una herramienta con la que el instituto ya tiene décadas de experiencia. “El IPPV tiene casi 70 años de historia. Hemos construido miles de viviendas de distintas formas. Ahora es momento de volver a aprovechar esa experiencia, porque si no, es imposible que un trabajador acceda a una casa propia”, sostuvo Ortíz.
El delegado regional también destacó que el IPPV hoy está organizado en cinco regiones, y él coordina la que abarca las siete localidades del Valle Medio , con oficinas zonales en Río Colorado y Chimpay. A pesar de que Choele Choel ha recibido importantes obras en los últimos años —como las 110 viviendas del barrio Néstor Kirchner, 86 unidades más y otras 40 construidas por cooperativas—, la demanda persiste. “Imagínense en otras localidades donde no se ha hecho tanto. La necesidad es generalizada”, afirmó.
Uno de los principales obstáculos actuales es la falta de financiamiento nacional . “Los anuncios del gobierno nacional de no intervenir en obra pública impactan negativamente. En los mejores momentos del IPPV, hubo apoyo del FONAVI. Hoy debemos arreglarnos con recursos propios, avanzar de a poco, con terrenos, infraestructura y créditos”, lamentó.
No obstante, el instituto sigue trabajando. Actualmente se construyen 19 viviendas en Beltrán , se termina una en Belisle y próximamente comenzarán 10 nuevas viviendas en Darwin . Además, el registro permanente de demanda habitacional ya fue reactivado, permitiendo a todos los rionegrinos inscribirse para futuras soluciones, ya sea terrenos, viviendas sociales o programas especiales.
Finalmente, Ortíz destacó que el programa “Suelo Urbano” también está pensado para trabajadores informales. “Pedimos un sueldo mínimo en blanco, pero si no, se puede presentar una declaración jurada de ingresos . Cualquier persona puede inscribirse, participar y tener la posibilidad de acceder a un terreno”, concluyó.
El sorteo del 5 de agosto no solo repartirá lotes: repartirá esperanza. Y en una región donde la vivienda sigue siendo uno de los derechos más postergados, cada sorteo es un paso, por pequeño que sea, hacia una vida digna.