En el último año, a la par que cayó el empleo registrado, solo subió el número de monotributistas. El trabajo de “plataformas” y la percepción de no estar desempleado.
(Data Clave).- A fines del mandato de Carlos Menem, luego del proceso de desregulación, privatizaciones y apertura de la economía, unida a la Convertibilidad, en la que un peso valía un dólar, la desocupación rondaba el 14%, el doble de lo que había dejado Raul Alfonsín, y la hiperinflación que lo eyectó del gobierno.
Ahora, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer el jueves el Índice de Desocupación al término del tercer trimestre de este año, momento en que la economía, según el propio organismo, acumulaba un crecimiento en torno al 5% interanual.
A finales del 2023, cuando asumió la presidencia Javier Milei, el gobierno de Alberto Fernández le había dejado un nivel de desempleo del 6,4% que pasó rápidamente al 7,9% durante el primer trimestre del 2024, en el comienzo del ajuste libertario.
Si bien llegó a bajar al 6,4% a finales del año pasado, se ubicó en el 7,9% en el primer trimestre del 2025, supo mantenerse en el 7,8% en el segundo, y ahora se espera un número similar, a pesar del aumento de la caída del empleo.
Según cifras de la propia secretaría de Trabajo, en septiembre y en relación con igual mes del año pasado, la caída del empleo asalariado registrado afectó a 53.300 trabajadores.
“En todas las categorías que componen este grupo: el sector asalariado privado y el público mostraron, ambos, una caída del 0,4% (25.900 personas y 12,800 personas menos respectivamente), y el trabajo en casas particulares cayó 3,2%, unas 14.700 personas”, detalló el Informe.
En cambio, la cantidad de aportantes al monotributo aumentó un 2,5%, unas 53.200 personas, al tiempo que los del régimen de autónomos disminuyeron un 5,2% unas 21.200 personas menos.
¿Cómo puede mantenerse el nivel de desocupación en torno al 7,8% si aumenta la cantidad de desocupados en el sector registrados y la actividad económica? Una respuesta la dio la consultora Mayra Arena, quien destacó que “nadie se siente desocupado por trabajar haciendo reparto, cocinando en la casa para vender en el barrio, o conduciendo su propio auto para Uber o Cabifay”.
“Es más, no solo trabajan, sino que lo hacen más de ocho horas para conseguir un ingreso que les permita subsistir”, dijo Arena en declaraciones al canal de YouTube VINO X.
“Nadie se siente desocupado, creen que están emprendiendo, se sienten más identificados con (Marcos) Galperín que con el peronismo”, dijo Arena, quien se referencia con ese movimiento político.
Otra mirada complementaria la aportó el economista Emannuel Álvarez Agis quien destacó que en los últimos dos años, producto del modelo económico “cayeron unos 40.000 empleos en la provincia de Buenos Aires, otros 30.000 en Córdoba”, las provincias más industrializadas “mientras solo aumentó 7.000 trabajos en Neuquén”, donde se vive el auge de Vaca Muerta.
La explotación minera, de hidrocarburos, y el sector agrícola ganadero, “son muy importantes en las zonas donde se desarrollan, pero no ‘derraman’ mucho (empleo) hacia otros sectores”, dijo el ex viceministro de Economía.
Mientras tanto, sindicalistas, ex-ministros y hasta economistas criticaron la reforma laboral que impulsa el Gobierno, al advertir que esa iniciativa no generará más puestos de trabajo.










