Bienvenidxs a Choele Choel, donde nos acostumbramos a las cosas.
(Por Lusina Fantino).- Los gobiernos, en consecuencia, no son ingenuos. El gobierno actual de Choele Choel tiene un plan totalmente perverso. En el que no incluye a la Justicia social y en el que no caben realmente las mejoras por y para la población.
El 9 de julio de este año trajeron a un falso historiador para hablarnos del honor que debíamos rendir al genocida Roca y su comitiva de la campaña del desierto, también dijo que la mayoría de los mapuches (por cierto, pueblo “chileno y violento”), murió de pulmonía y no masacrados. No fue casual: es el plan del gobierno Nacional, Provincial y Municipal acuñar la idea de “progreso” en desmedro del territorio y de los pueblos, haciendo mal uso y explotando los bienes de uso común bajo intereses extranjeros, ¡por supuesto!. También, deciden remodelar el Monumento a este genocida ubicado en ruta 22.
Nos acostumbramos a un desaparecido, a que no esté Daniel Solano, ese obrero norteño que no tenía que ver con nosotros y que vino a manchar el nombre de tantos policías, empresarios, jueces, fiscales y abogados locales. Nos acostumbramos a que los dueños del boliche de donde se lo vio siendo golpeado por los policías, aún estén a cargo de la diversión de nuestras juventudes. Nos acostumbramos a que los policías condenados a perpetua estén sueltos durante dos años, y ahora, “casi libres” y con privilegios en el Penal Abierto de Pomona.
acostumbramos a que la Isla 92 sea cada vez más un estacionamiento que una reserva natural donde prime la flora y fauna autóctona y el encuentro con la naturaleza.
Nos acostumbramos a que nos vendan tierras del sector chacras bajo emprendimientos tipo “country” o barrio privado.
Nos acostumbramos a que ciertas “personas” se hayan apropiado de islas, lo cual es totalmente ilícito.
Nos acostumbramos a que, de golpe y porrazo, venga una patrulla militar y “practique” en nuestra isla 92. No solo nos acostumbramos, reverenciamos y agradecemos su labor y con el pecho hinchado estamos “orgullosos” de que hayan venido para acá. Claro, son los herederos de Roca y Videla, los que no llegaron a matar a todxs lxs “indixs”, los “Solano”, los “zurdxs”, los “kukas”, etc. Etc.
Nos acostumbramos, a que para tener asfalto tengamos que entregar tierras del pueblo. Tierras de alto valor inmobiliario, porque no nos olvidemos que Choele también es terrirorio petroka.
Nos acostumbramos a que, como dijo una concejala, “los alquileres sean una actividad productiva” y en ese sentido, claro está, vender tierras fiscales al mejor postor es buena tarea.
Nos acostumbramos a que nos gobierne la demagogia y la hipocresía, sacándose fotos sonrientes en los bacheos y en las ferias, en las entregas de certificados y junto a deportistas.
Nos acostumbramos a que nos digan que un bingo organizado por un municipio está bien. Y vamos y jugamos. Y compramos adicionales. Y lo promocionan a la voz de “¿Te gusta timbear y jugar con amigos?, entonces tenés que venir al Bingo…”. Tampoco nos esclarecen adónde van esos fondos y tampoco reclaman más fondos de donde corresponde.
Nos acostumbramos a que en Choele no se mueva la Cultura, se vacíen esas partidas presupuestarias en algo que no sabemos bien qué es, pero que escasea o siempre hay excusas.
Nos acostumbramos, no decimos nada. Dejamos pasar. ¿Será que tenemos miedo?