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Siguieron las subas de precios y ya se proyecta una inflación por encima del 2% para agosto

En la segunda semana del mes, los proveedores enviaron listas con aumentos de hasta el 8%. Se acentúa el peso del ancla de los ingresos en el esquema oficial de control de los precios.

(Por Martín Ferreyra para Tiempo Argentino).- Las alertas que se encendieron en el arranque de agosto por un fuerte aumento de los precios de los alimentos, continuaron en la última semana porque la tendencia se mantuvo y quedó plasmada en estudios de especialistas que siguen de cerca la evolución del consumo masivo minorista.

La información llegó desde los canales comerciales, góndolas y mostradores de ciudades de todo el país, y del contacto con comerciantes que relataron el aumento constante de los productos de consumo masivo: alimentos, bebidas, productos de limpieza y tocador que integran la canasta básica alimentaria y total, umbrales de la indigencia y la pobreza, respectivamente.

Las empresas que integran las cadenas de valor, desde proveedores de materias primas hasta de insumos difundidos y envases, pasando por fabricantes de productos de consumo masivo, sus distribuidores y mayoristas, aumentaron progresivamente sus precios tras el aumento del dólar del 13,6% en julio.

En lo que va de agosto, el dólar retrocedió la mitad del recorrido alcista previo, pero los precios siguieron creciendo y empiezan a generar preocupación a futuro.

El tema le quita el sueño al gobierno nacional, que apuntaló su estrategia para la campaña electoral de medio término sobre el argumento del freno a la inflación.

En medio de las turbulencias, el presidente, Javier Milei, sus funcionarios, personajes afines y el ejército de trolls que suele acompañarlos en las redes sociales, salieron a desmentir el traslado de la divisa a precios minoristas.

La idea que defienden es que la inflación sigue siendo baja (en julio promedió 1,9%), lo que indicaría que la población resiste los aumentos racionalmente y evita las compras para no convalidarlos.

La verdad es que el consumo viene en niveles subterráneos por el enfriamiento de la economía y por la contracción del salario, que impactaron en el poder adquisitivo y en la circulación de los trabajadores y la clase media por los centros de compra de todo el país.

En el mes del aguinaldo, las ventas se recuperaron levemente respecto a junio, pero en la comparación contra julio de 2024 cayeron 4,3%, según un estudio de la consultora Focus Market. En CABA y Gran Buenos Aires, la caída interanual de las ventas fue del 11,7 por ciento.

En el mismo mes, los pequeños y medianos comercios vendieron un 2% menos respecto al mismo mes de 2024 y un 5,7% por debajo de las operaciones del mes anterior, junio de 2025, según el Índice de Ventas Minoristas Pyme de la CAME.

Aumentos esta semana

Las remarcaciones, que empezaron en los primeros días de agosto, continuaron esta semana. Comercios de cercanía confiaron que el martes las fábricas Swift y Paladini les enviaron listas con aumentos del 5% y que los proveedores de panificados remarcaron sus precios entre el 6 y el 7%, cambios que se aplicaron desde el miércoles 13.

Las listas siguieron llegando hasta el viernes. En el cierre de la semana los comercios barriales recibieron incrementos de marcas de snacks del 8 por ciento. La misma variación envió la alimenticia Arcor. En estos casos las subas se aplicarán desde mañana.

En lo referido a alimentos y bebidas, el aumento promedio de la primera semana de agosto fue del 2%, según la medición que hace la consultora LCG. El dato llamó la atención porque el Índice LCG de la semana previa, la quinta de julio, había sido de -0,4 por ciento. En la segunda semana, el índice fue del 1,1%, inferior al pico de la semana previa, pero todavía muy arriba del 0,7% de promedio de suba de las últimas cuatro semanas de julio, cuando se verificó el alza del dólar.

El registro de LCG destacó la suba de precios de frutas y carnes, del 4,2 y del 1,7% respectivamente. Pero también traccionaron el indicador general las bebidas e infusiones, aceites y otros productos de consumo básico. A contramano, cayeron los precios de los productos lácteos y huevos.

En medio de la escalada, con la segunda quincena en marcha, los analistas empiezan a proyectar la posible inflación de agosto.

Para PxQ, la proyección mensual arroja una suba general de precios en torno del 2,1 por ciento. Si se confirma este pronóstico, la inflación habrá dado un salto respecto de julio, aunque no muy significativo. El traslado de la variación del tipo de cambio de julio a los precios minoristas se producirá efectivamente, a pesar de las creencias del presidente y su equipo de gobierno, pero en una proporción relativamente moderada.

De todos modos, esa moderación no confirmará la teoría de que la turbulencia del dólar no va parar a los precios, en todo caso será una nueva señal del congelamiento de la economía y de la indiscutible caída del poder de compra de la gente común.

En CABA, llenar el changuito costó $ 705 mil

En julio llenar el changuito del supermercado costó $ 705 mil en CABA y $ 702 mil en el conurbano bonaerense, según el informe «Changuito Federal» de la consultora Analytica, que midió el precio de una compra mensual típica de alimentos y bebidas en ese tipo de comercios.

Con esos números, el changuito en los súper porteños aumentó 1,8% en julio y el que se compra en el conurbano se encareció en la misma proporción.

La provincia con mayor variación promedio fue Jujuy, donde el conjunto de mercaderías aumentó 3,9%; seguidas por Catamarca y Corrientes, con aumentos mensuales de 2,5 por ciento.

Los changuitos más costosos del país se registraron en Santa Cruz ($ 769.319); Chubut ($ 759.467); Tierra del Fuego ($ 751.937); y Río Negro ($ 742.188).

Las provincias con la compra más barata son Formosa ($ 693.746); Chaco ($ 693.219), y Misiones ($ 691.579).
En cuanto a los productos que más aumentaron, el pan lactal se destacó en casi todas las provincias con incrementos superiores al 5 por ciento. También fue importante la suba del azúcar, entre el 3 y el 5%, del café instantáneo y las supremas de pollo empaquetadas.

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