Los trabajadores de la salud de Río Negro confirmaron que realizarán un paro provincial el próximo miércoles 18 de septiembre, acompañado de movilizaciones en distintas localidades, en rechazo al acuerdo salarial alcanzado entre la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el gobierno provincial.
La medida fue definida en las asambleas convocadas por la Asociación Sindical de la Salud Pública de Río Negro (Asspur), que considera que la pauta firmada no responde a las necesidades mínimas del sector.
“La pauta que cerraron ATE y el gobierno este lunes implica para la mayoría de los trabajadores un aumento que oscila entre 28 y 53 mil pesos en el sueldo, mientras que el 2% en las guardias apenas suma alrededor de 1.100 pesos por guardia y casi 140 pesos por hora extra”, explicó la secretaria general de Asspur, Cesira Mullaly.
Desde el gremio remarcaron que la protesta busca visibilizar el desfasaje entre los salarios actuales y el costo de la canasta familiar, además de exigir el blanqueo de sumas que hoy se perciben en negro y la regularización de categorías dentro del personal hospitalario.
El plan de lucha incluye actividades en hospitales, halls, veredas y espacios públicos, con banderas y carteles que expongan la situación del sector. “La convocatoria es a la unidad y a la participación activa de todos los trabajadores de la salud”, señalaron desde Asspur.
Asimismo, la dirigencia anticipó que mientras el gobierno continúe discutiendo salarios con otros gremios sin incluir a la representación del sector sanitario, mantendrán las medidas de protesta para lograr que sus demandas sean consideradas. El objetivo, subrayaron, es avanzar hacia un salario de ingreso que cubra las necesidades básicas de quienes sostienen el sistema de salud provincial.
Lo cierto es que el conflicto vuelve a exponer una tensión de fondo: mientras el gobierno insiste en cerrar acuerdos parciales que apuntan a “ordenar” las cuentas, los trabajadores de la salud advierten que la precarización salarial impacta de lleno en la calidad del sistema público. En ese cruce, entre números fríos y necesidades urgentes, se juega no solo la economía de un sector, sino también el futuro de la atención sanitaria en Río Negro.