En el marco de un operativo de control conjunto realizado el pasado viernes por la mañana, personal de la Brigada Rural de la Policía de Río Negro, dependiente de la Unidad Regional IV, en coordinación con inspectores del área de Ganadería, procedió al decomiso de 210 kilos de productos cárnicos que presentaban irregularidades sanitarias.
El operativo se desarrolló en seis establecimientos comerciales dedicados a la venta de carne en distintos puntos de la región. Tras una exhaustiva inspección, se detectaron irregularidades en dos de ellos, lo que derivó en el secuestro de la mercadería, que fue trasladada al Matadero Municipal de Luis Beltrán para su destrucción definitiva. El procedimiento se llevó a cabo con el debido labrado de acta oficial y en presencia de testigos, cumpliendo con todos los protocolos legales y sanitarios.
Las irregularidades halladas incluyeron productos sin rotulación adecuada, conservación inadecuada (como almacenamiento fuera de la cadena de frío), y en algunos casos, carne con signos evidentes de deterioro microbiológico o falta de trazabilidad. Estos incumplimientos violan tanto la Ley Nacional de Carnes Nº 14.158 como las disposiciones del Código Alimentario Argentino, normativas que garantizan la inocuidad y calidad de los alimentos que llegan al consumidor.
Importancia de los controles bromatológicos
Si bien este tipo de operativos deja en evidencia la importancia de los controles, también evidencian que este tipo de inspecciones no se estarían haciendo de manera cotidiana, de modo que ya los propios comerciantes no se perfmitan este tipo de deslices, bajo la idea de que todos los días puede aparecer un inspector y se pasibles de multas y decomisos. Así, los decomisos son importantes al igual que el costo que asumen los comerciantes transgresores. De haber controles constantes -tal vez- se evitarían este tipo de faltas con mayor seguridad para el consumidor.
Los controles bromatológicos son esenciales para proteger la salud pública, ya que permiten verificar que los alimentos que se comercializan sean seguros, higiénicos y cumplan con los estándares de calidad establecidos. En el caso de los productos cárnicos, estos controles son aún más críticos debido a su alto potencial de contaminación por bacterias como Salmonella, E. coli o Listeria, que pueden causar enfermedades graves si se consumen alimentos en mal estado.
Además, estos operativos fomentan una cultura de responsabilidad entre los comerciantes y productores, incentivando el cumplimiento de buenas prácticas de manipulación, almacenamiento y venta. La prevención de riesgos alimentarios no solo evita brotes de intoxicación masiva, sino que también fortalece la confianza del consumidor en la cadena alimentaria.
Avances en la conciencia sanitaria
A pesar del decomiso, se destaca un importante avance en la conciencia sanitaria de los comerciantes locales. “A pesar de que tuvimos que decomisar productos, el nivel de cumplimiento general ha mejorado notablemente si lo comparamos con operativos similares realizados en años anteriores. Cada vez más establecimientos están tomando conciencia sobre la importancia de ofrecer carne segura y en condiciones óptimas”, reflexionaron voceros de la fuerza de seguridad.
Este tipo de operativos, que se realizan de manera periódica y articulada entre fuerzas de seguridad y organismos sanitarios, forma parte de una estrategia integral para prevenir riesgos alimentarios y garantizar que los productos que llegan a las mesas de las familias rionegrinas cumplan con los más altos estándares de calidad e inocuidad.
Las autoridades recomiendan a los consumidores estar atentos a la procedencia de la carne que adquieren, verificar que esté correctamente refrigerada, con etiquetado claro y fechas de vencimiento visibles, y denunciar cualquier irregularidad a través de los canales oficiales de salud y defensa del consumidor.