Luego de días de alta tensión y múltiples cruces entre los gremios y el Ejecutivo municipal, finalmente este martes se alcanzó un acuerdo en el marco de las negociaciones paritarias, que había sido reanudado tras un cuarto intermedio decretado el viernes pasado. La resolución llegó con el mandato de la asamblea de trabajadores, que aceptó la nueva propuesta presentada por el municipio.
El acuerdo establece un esquema escalonado de aumentos salariales:
- 2% en julio (a cobrar por planilla complementaria en fecha a confirmar),
- 2% en agosto,
- 2% en septiembre,
- 1,5% en octubre,
- 1,5% en noviembre,
- 1,5% en diciembre.
Además, se otorgará un bono no remunerativo en diciembre, a cobrarse junto con los haberes de noviembre:
- \$70.000 para las categorías 1 a 8,
- \$50.000 para las categorías 9 a 16.
La noticia fue recibida con alivio tras varios días de incertidumbre, marcada por la reticencia del Ejecutivo a aceptar una cláusula de revisión inflacionaria, algo que los gremios, en especial ATE, consideraban indispensable para no perder poder adquisitivo.
Clima tenso y negociaciones complejas
Hasta este lunes, el clima entre las partes era tenso. La última asamblea de trabajadores se llevó adelante luego de que el viernes el Ejecutivo rechazara la propuesta sindical que contemplaba aumentos similares pero con una cláusula de revisión en diciembre. Además, la propuesta gremial incluía una actualización del 1,5% en enero de 2026, a cuenta de las futuras paritarias del año próximo.
La situación se tornó aún más conflictiva cuando, el mismo viernes 1° de agosto, el municipio difundió el orden del día de una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante que incluía el tratamiento del “acuerdo salarial”, aún sin haberse alcanzado ningún entendimiento. Esto generó malestar en el sector sindical, que lo consideró una maniobra unilateral y prematura.
“Quieren que firmemos un aumento fijo desde julio hasta enero 2026, sin posibilidad de revisión. Eso significaría una depreciación real de nuestros salarios y una pérdida directa en nuestro poder adquisitivo”, habían manifestado referentes de ATE en diálogo con este medio.
Un acuerdo que destraba el conflicto
Con el entendimiento alcanzado este martes, se pone fin –al menos por ahora– a un conflicto que amenazaba con escalar. Si bien la cláusula de revisión no fue incluida en los términos finales del acuerdo, el bono de fin de año aparece como un paliativo ante la incertidumbre inflacionaria, y permitió destrabar la negociación.
Desde el gremio expresaron que, aunque el acuerdo no contempla todos los puntos inicialmente solicitados, “la decisión de la asamblea fue avanzar para no perjudicar más a los trabajadores, que ya vienen muy golpeados por la situación económica general”.
Se espera que en las próximas horas el municipio oficialice la fecha del pago correspondiente al 2% de julio mediante planilla complementaria.