Caminaba por la calle Rodríguez Peña junto a su cuñada y sus sobrinos. Era una tarde de verano en Río Colorado cuando una camioneta Chevrolet S10, cargada de melones y sandías, pasó zigzagueando a gran velocidad. El vehículo la atropelló por la espalda y se dio a la fuga. Como consecuencia del accidente, la mujer sufrió traumatismos y fractura de pelvis.
Un fallo del fuero Civil condenó al conductor y a la aseguradora a indemnizar a la mujer por los daños y perjuicios ocasionados. Se admitió la incapacidad sufrida, los gastos médicos y las secuelas psicológicas.
Tras el accidente, la mujer inició un largo periodo de rehabilitación que incluyó el traslado exclusivo en silla de ruedas. Luego se reincorporó, pero dejó de realizar sus tareas habituales. El hecho le produjo secuelas psíquicas y una sensación de impotencia.
Por su parte, el conductor declaró que el día del accidente regresaba de su trabajo en Colonia Julia y Echarren, cuando se encontró con el sol de frente. Sintió un golpe y supuso que un melón había caído de la caja de la camioneta, impactando en el portón del vehículo. Además, manifestó que en ese lugar no hay veredas, por lo que la mujer, junto a su familia, caminaba sobre la calle.
El tribunal consideró probada la responsabilidad del demandado, desestimó la eximente de culpa de la víctima y reconoció que el vehículo estaba asegurado por la citada en garantía. Responsabilizó al conductor por maniobra imprudente y fuga, condenándolo junto a su aseguradora a indemnizar integralmente a la mujer por las secuelas físicas, psicológicas, morales y económicas del accidente.
Fuente: Dirección de Comunicación Judicial – Poder Judicial de Río Negro
