Tras la convocatoria de la central obrera, desde diversos sectores comenzaron a manifestar en contra de la “modernización” que plantea el Gobierno y algunas confirmar su apoyo a la protesta en Plaza de Mayo.
(Data Clave).- El Gobierno nacional presentó esta semana el proyecto de “modernización” laboral que se pondrá en discusión en el Congreso en el período de sesiones extraordinarias. La iniciativa provocó la reacción del sector sindical y la CGT confirmó una marcha a Plaza de Mayo para el próximo 18 de diciembre, tras meses de silencio.
En una reunión del Consejo Directivo, la cúpula cegetista decidió convocar a una manifestación general que era pedida desde hace tiempo por muchos sectores. Tras las negociaciones fallidas con la Casa Rosada y el faltazo que pegó el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, al último encuentro del Consejo de Mayo, la central obrera activó la medida de fuerza a la que se están sumando diversos actores.
En el inicio de la reunión, el cotitular de la CGT, Jorge Sola (Seguros), propuso que la reforma laboral “sea atacada” desde 3 instancias: medidas gremiales graduales; si se aprueba la ley, en la Justicia, y con acciones políticas junto con Unión por la Patria. Esto último remarca también el alineamiento con el bloque peronista en el Congreso, donde esta semana se llevaron a cabo reuniones para tener una estrategia común.
En este marco, la secretaria general adjunta de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Mercedes Cabezas, confirmó en un comunicado de prensa la participación activa del sindicato en la movilización convocada por la CGT.
“El Estado que propuso La Libertad Avanza prioriza el monopolio legítimo de la fuerza, recorta derechos y saquea recursos. A través del miedo y la persecución, estigmatizan y discriminan, y pretenden que nos quedemos inmóviles”, señaló la dirigente de ATE.
Desde las dos CTA se declararon en “estado de alerta permanente” ante el proyecto de reforma laboral. “El proyecto ataca derechos fundamentales: debilita la presunción de relación laboral, facilitando el fraude; promueve la tercerización irresponsable; introduce salarios dinámicos que destruyen la estabilidad; y abarata los despidos, transfiriendo su costo al Estado y desfinanciando el sistema previsional. Además, vulnera garantías constitucionales como las vacaciones y la jornada laboral, y busca desarticular la acción sindical colectiva”, señalaron en un comunicado conjunto.
A la par de la CGT, los dirigentes de la CTA también estuvieron reunidos con los senadores nacionales de Unión por la Patria, en busca de concretar acuerdos en rechazo al paquete de leyes.
También se plegaron desde la Unión de Obreros Metalúrgicos (UOM), quienes convocaron para el próximo 18 de diciembre en Belgrano y Paseo Colón, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esta semana, el titular de la UOM, Abel Furlán, llamó a “resistir” a la reforma laboral de Milei. “Nada de lo que se expone como argumento para modificar la legislación laboral de protección hacia los trabajadores, tiene que ver con la situación que vive hoy la Argentina. Los trabajadores no somos responsables de absolutamente nada“, expresó el sindicalista.
También manifestaron su rechazo desde los sectores vinculados a la prensa y la comunicación. Desde la Asociación de Periodistas de la República Argentina (APeRA), FATPREN y SiPreBA criticaron las normativas que impulsa el Gobierno, y las dos últimas apuntaron contra la decisión eliminar derechos como el Estatuto del Periodista.
Desde los sectores de izquierda decidieron manifestarse por fuera de la CGT el próximo 18 de diciembre, en busca de que la marcha gane volumen.










