En la noche de este viernes, minutos antes de las 21:30, personal policial del Destacamento Vial de Pomona tomó intervención en un siniestro vial ocurrido a unos 20 kilómetros de esa localidad, sobre la Ruta Provincial N° 4, a la altura del primer guarda ganado.
El hecho involucró a un vehículo Chevrolet Sonic, conducido por una joven de 23 años con domicilio en Pomona, y un animal vacuno de pelaje pampa colorado, de unos 300 kilos, que se encontraba suelto sobre la calzada.
Según informaron fuentes policiales, la colisión se produjo por la escasa visibilidad en el sector, lo que impidió a la conductora advertir la presencia del animal, impactando de manera frontal. El vehículo terminó con daños totales en su parte delantera, aunque afortunadamente la mujer resultó ilesa y no necesitó atención médica.
Una hora más tarde, una mujer se presentó en el lugar identificándose como propietaria del vacuno y asumiendo la responsabilidad del animal. La conductora, en tanto, pudo retirar su automóvil por sus propios medios, sin necesidad de grúa.
Una responsabilidad que nunca aparece
Este tipo de episodios, cada vez más frecuentes en las rutas de la región, vuelven a poner en debate la irresponsabilidad de algunos propietarios rurales que no controlan el estado de sus alambrados ni toman recaudos mínimos para evitar que los animales terminen en la ruta, poniendo en riesgo vidas humanas.
Más grave aún es la ausencia de controles sistemáticos por parte de las autoridades, que se limita a actuar después del siniestro, cuando el daño ya está hecho. Hoy fue solo un auto destrozado y una conductora que salvó su vida de milagro, pero la inacción estatal y la negligencia privada ya han demostrado, en otras circunstancias, que pueden costar vidas.
